La posible suspensión de las PASO comienza a trabajarse cada vez con mayor impulso desde el oficialismo, que negocia con distintos sectores la posibilidad de que el año que viene solamente se produzca un proceso eleccionario.

El fundamento está centrado en el agotamiento social y el desembolso económico que supone hacer las PASO. Fuentes ligadas al gobierno sostienen que se podrían ahorrar unos 20 mil millones de pesos si finalmente las elecciones primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias no se llevan a cabo.

La realidad es que esta solo es una parte de la historia, la parte que el FDT no cuenta es que sin las PASO el ordenamiento de la oposición sería muy difícil de llevar a cabo sin un sangrado mayúsculas por las disputas internas del PRO y los radicales.

Los amarillos cuentan con varios candidatos con aspiraciones presidenciales y, a su vez, cada uno de ellos cuenta con candidatos a nivel municipal y provincial. Rodríguez Larreta, Vidal, Bullrich, el propio Macri… todos parecen tener aspiraciones que no parecen sencillas de zanjar sentados a una mesa de diálogo.

Algo parecido sucede con el radicalismo, que necesita de la PASO para ordenar sus candidatos. Manes, Morales, Cornejo más alguno que se sume de último momento viven, sin tanta exposición, una interna de características similares a las del PRO, que a su vez ambos deberían dirimir dentro de Juntos, como se conoce a la coalición opositora.

En cambio, dentro del Frente de Todos las internas parecen estar más claras a partir de la nuevamente emergente figura de Cristina Fernández. La vice promete ser el faro para reordenar al movimiento y lo que ella se diga, será palabra santa, por lo que no se prevé que unas PASO sean determinantes para saber quienes serán los candidatos oficialistas.