"Hoy en esta Cámara es donde más tenemos que cuidar y garantizar el pleno estado de derecho. Soy consciente que tengo responsabilidad adicional por ser mujer y es un orgullo ser la primera. No voy a gobernar con mis hormonas si no con mis convicciones políticas”. Las palabras de la flamante presidenta de la Cámara de Diputados en Argentina encierra mucho más que un discurso de bienvenida. Es, más bien, una declaración de principio y una bandera de guerra del feminismo solapado que ha ganado sectores de poder que no hacen más que imaginar que una sociedad igualitaria no está tan lejos como algunos quieren hacer creer.

Cecilia Moreau es la hija de Leopoldo, un dirigente entregado por completo a la política desde diferentes ángulos. Con 45 años, ya hace tiempo dejó de ser “la hija de…” para ser reconocida como una legisladora tenaz y comprometida, a tal punto que su designación se dio sin mayores objeciones más que las opositoras por el simple hecho de ser de otro partido político.

Ella sabe que a un enorme sector del conservadurismo argentino su designación no le cae bien. Mucho menos si sumamos que Cristina Fernández comande la Cámara de Senadores y juntas marquen un hito histórico dentro de la democracia del país.

Port eso el discurso de Moreau sirvió para marcar la cancha. Sabe que la van a mirar por su manejo de la Cámara, por su capacidad de negociación política y también por ser mujer. Sí, aún en el siglo en que vivimos, a Cecilia la van a juzgar con un preconcepto por el simple hecho de ser mujer en un reducto que fue plagado por hombres que jamás imaginaron semejante avance.  Le pasó a CFK, a Vidal y a otras tantas a nivel nacional e internacional. Y Cecilia sabe que no será la excepción.

"Nosotros y nuestros discursos somos meros detalles coyunturales. Vos, Cecilia, vas a estar en los libros de historia como la primera mujer que presidió la Cámara de Diputados de la Nación y nuestro país va a ser uno de los pocos países que tiene el Poder Legislativo en manos de mujeres", dijo la diputada Graciela Camaño, poniendo en tiempo real un acontecimiento histórico para el país. Suscribimos quienes creemos en la capacidad de las personas independientemente del género que tengan.