El acuerdo político que busca edificar el Gobierno para aprobar el acuerdo alcanzado con el FMI está en su etapa más crítica debido a la falta de consenso (interno y externo) entre las fuerzas políticas que componen los legisladores nacionales.

Tanto oficialismo como oposición muestran diferencias internas en cuanto al alcance del acuerdo y ambos sectores discuten abiertamente y en públicos sus mezquindades políticas y diferencias ideológicas al respecto.

El oficialismo

La coalición gobernante está lejos de mostrarse como un bloque uniforme. Las diferencias entre los legisladores que responden al presidente y los que se identifican con La Cámpora son evidentes. Las diferencias conceptuales acerca de cómo encarar la negociación con el FMI tuvo su punto máximo cuando el líder de la bancada, Máximo Kirchner, renunció a la presidencia.

A partir de allí las conjeturas se multiplicaron y la opción de que La Cámpora vote en contra del acuerdo se volvió por demás factible. Para colmo de males para el naciente “Albertismo”, Juan Grabois y su frente Patria Grande anunciaron que tampoco acompañarán el proyecto.

La oposición

En medio de una fuerte discusión de liderazgo, el PRO tiene su propia interna y los radicales se mantienen expectantes acerca de la letra chica para definir su voto.

El PRO se mantiene reacio al acuerdo y el mejor ejemplo de ello fue el desplante en la apertura de las sesiones legislativas, cando abandonaron el recinto luego de que Alberto Fernández hiciera hincapié en la investigación por la toma de la deuda.

Si bien la tendencia es que el ala dura del PRO votará en contra, el bloque muestra cierto grado de permeabilidad para no caer en default y votar una parte del acuerdo y denegar el resto.

Los radicales coinciden en la postura y van un poco más allá, ya que el gobernador jujeño, Gerardo Morales, se mostró comprensivo acerca de la responsabilidad que tuvieron al tomar la deuda siendo gobierno, por lo que se mostró colaborativo para llegar a un entendimiento y acompañar el acuerdo conseguido por el gobierno.