sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº1963

Política | 16 sep 2021

La casa no está en orden....

La fractura del Frente de Todos pone en evidencia las diferencias que existen en la coalición gobernante. Varios funcionarios y ministros que pertenecen al kirchnerismo pusieron a disposición del presidente la renuncia luego de la derrota en las PASO. ¿Golpe institucional o reordenamiento peronista?


El Gobierno vive horas de incertidumbre y debilidad tras la derrota en las PASO del último domingo. En medio de versiones de cambios en el Gabinete, varios funcionarios y ministros del más puro riñón kirchnerista pusieron la renuncia a disposición del presidente, dejando en claro las diferencias conceptuales y de procedimiento que existen en el Ejecutivo.

Las renuncias se dieron luego de que el gabinete de ministros de la provincia de Buenos Aires, tome una decisión similar para con el gobernador Axel Kicillof. Lo que para algunos fue un gesto político inevitable por la derrota, para otros fue un golpe institucional proyectado, diagramado e impulsado por la vicepresidenta Cristina Fernández.

Con las renuncias a disposición, el presidente Fernández mantuvo diferentes reuniones con el núcleo más duro de sus ministros cercanos, definiendo los pasos para intentar superar la crisis. Sea cual fuere el desenlace del culebrón, sabe que lo que pasó el lunes no le permitirá salir ileso.

Frente de Todos, con más injerencia de algunos

Las diferencias conceptuales entre las 3 grandes patas de la coalición gobernante no son nuevas. Cristina, Alberto y Massa tuvieron diferencias que parecieron irreconciliables en su momento y pudieron limarlas con el objetivo de gobernar el país.

Hoy parece que esas diferencias salieron a la luz a la hora de edificar una reacción para superar una derrota que trajo más de un dolor de cabeza para el oficialismo y desnudó viejas diferencias. Cristina busca una gobernabilidad más dura y cercana a su pensamiento y el presidente es más dialoguista y busca el consenso antes de tomar decisiones.

En el medio de ellos dos parece estar Sergio Massa. El presidente de la Cámara de Diputados es un equilibrista de toda la vida que intenta poner paños fríos a la situación, sabiendo que la coalición fracturada será presa fácil de la oposición compuesta por políticos, empresarios y medios poco afines con las ideas oficialistas.

2009, un ejemplo de derrota y recomposición

Las elecciones de medio termino de aquel año fueron una dura derrota del kirchnerismo. Sin la economía floreciente por la exportación de soja y con la fractura interna que había generado la Ley 125, Néstor perdió una histórica elección con el empresario Francisco de Narváez.

Aquella derrota hizo un kirchnerismo más fuerte y unido, aunque tuvo algunos cambios entre los que se destaca la salida de Florencio Randazzo en la jefatura de Gabinete para la llegada de Aníbal Fernández, otro de los que suena para sumarse a la coalición gobernante.

¿Será la misma estrategia? ¿Será el momento de cambiar buscando un futuro más alentador? ¿Tan duro fue el golpe del domingo o simplemente sacó a la luz parte de lo que sucedía? Las respuestas llegarán en poco tiempo. Lo que sí está claro, es que la casa no está en orden…

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