Los primeros meses de la gestión de Julio Alak al frente del ejecutivo municipal no es nada sencilla. El intendente denunció una herencia económica muy delicada y busca como “atajar penales” todo el tiempo.
Tras la denuncia de que más de la mitad de los empleados municipales no van a trabajar, ahora Alak se encontró con una millonaria deuda que hizo que se deban escalonar el pago de los sueldos.
Esto trago aparejado una retención de tareas en diferentes dependencias ya que los empleados municipales estaban acostumbrados a pagar el último día hábil de cada mes. Además, el intendente fortaleció los controles para determinar el ausentismo en la municipalidad, que alcanzó en algunas ares el 75%.